jueves, abril 05, 2007

El segundo spangenhelm (8): Montando el yelmo con un par (de apriete)

Si, ya sé que dije que estaría un tiempo sin escribir porque me iba de vacaciones. Pero un estúpido esguince de tobillo, con guarnición de contusiones varias, me ha impedido ir a esquiar; así que mis muletas y yo aprovechamos para seguir con el blog.

Volvemos al tema del yelmo. Ya hemos dado forma a la chapa, ya la hemos planificado... es el momento de empezar a pensar en montarlo todo y ver qué tal va la cosa.

Lo primero que hay que hacer es taladrar los agujeros del marco a través de los que se remacharán las piezas.

Para eso, lo primero que hay que hacer es medir bien y marcar dónde van a ir todos los remaches, prestando especial atención a cómo remacharás en las esquinas para que los picos de los paneles triangulares queden bien fijos.

Lo segundo es volver a medirlo todo, y corregir los errores que has cometido midiendo la primera vez.

Después, habrá que hacer los taladros de una forma tan precisa como sea posible. Para hacerlo, yo he descubierto una herramienta fantástica, ya no puedo concebir hacer un taladro en una superficie dura sin ella. Es una especie de punzón automático (tiene un nombré más tésnico, pero lo he olvidado) Apoyas la punta en el punto en cuestión, aprietas un poco (se maneja con una sola mano) y un resorte hace rebotar la punta con fuerza, dejando una pequeña marca, justo lo suficiente para guiar una broca al principio del taladro.

Otro consejo interesante es emplear una broca un pelo más pequeña de lo necesario para los remaches. En esta fase, yo empleo una broca del 4, aunque los remaches van a necesitar una broca del 4,5. Esto sirve para dos cosas:

- para que al ampliar los agujeros con la broca definitiva desaparezcan casi todas las rebabas

- y porque todavía va a producirse cierta deformación del casco, y algún agujero va a tener que quedar un poco ovalado en algún momento. De esta forma, ese efecto desaparece con el taladrado definitivo.

Una vez has taladrado todo el marco, lo dejas bien fijado con tornillos y tuercas, procurando no arañarlo demasiado por fuera. Y ahora es cuando puedes ponerte con los triangulitos.

¡ESPERA! Que sepas que ésta es tu última oportunidad de ajustar un poco la forma del perímetro del casco para que encaje bien en tu cabeza (+cofia +almófar) Pasado este punto, empezamos a hablar de emplear el gato del coche, o de hacer realmente el bruto cuando los paneles ya están ajustados.

Por cierto, yo empleé la segunda opción (hacer el bruto) y conseguí unas agujetas muy curiosas.

En este punto, con los triángulos pueden pasar dos cosas. Que sean demasiado grandes y vaya a ser necesario rebajarlos un poco (eso es bueno) o que sean demasiado pequeños y no quede suficiente espacio para hacer los taladros (eso es malo, y además tenías que haberte dado cuenta hace tiempo).

- Espera, espera. También puede ser que hayan quedado justos, perfectamente recortados ¿no?
- No, eso no sucede. Por cierto, ¿sabéis todas las teorías sobre cómo diseñar los triangulitos? Olvidadlas, ¿vale? A ojímetro y que sobre. Y listo.

Es posible que haya que quitar algún tornillo del marco para colocar el panel en su sitio. Si os véis en esa tesitura... un momento no os lancéis. Quitad el tornillo, pero no taladréis todavía.

Lo que hay que hacer es sujetar cada triángulo en su sitio con un par de sargentas, y, a través de los agujeros, marcar todos los puntos con un rotulador, incluyendo los puntos donde no debería haber panel, porque sólo van los tornillos que sujetan el marco.

¡NO, QUIETO, SUELTA ESE TALADRO! Déjalo en la mesa, muy despacio, y pon las manos donde pueda verlas.

Asegúrate de que sobra bastante material por el borde para que el remachado quede fime. ¿Sí? Vale.

¿Ves los puntos donde has marcado los agujeros del marco a donde no debería llegar esta pieza? Vale, pues hay que cortar esa esquina, preferiblemente con algo que no deforme la pieza.

Si, exacto: la radial (engendro del demonio) Si hay que quitar mucho material, puedes usar un disco de cortar (aunque aviso de que se desgastan bastante en piezas ya formadas). Si es sólo algo cerca del borde, puedes usar un disco de desbastar en la radial (mutiladora implacable) o incluso una amoladora de banco. Eso sí, la amoladora, o al menos una lima, siempre te hará falta para eliminar las rebabas si usas una radial (infame desgarradora mecánica)

Una vez liberado ese espacio, vuelta a montar (y aprieta bien) los tornillos del marco, y vuelve a sujetar el panel en su sitio con las sargentas. Fíjate que los agujeros que marcaste coincidan (más o menos, tampoco tiene que ser a la décima de milímetro)

Y ahora es cuando haces un taladro. Sólo uno. Y siempre, a través del agujero que habías hecho antes en el marco.

Pasa un tornillo.

Apriétalo bien.

Ahora, taladra un agujero CONTIGUO.

Pasa otro tornillo, y apriétalo bien.

Y así, hasta que acabes con la pieza. De esta forma, el ultimo ajuste de la forma de la pieza, el que garantiza que todo encaje bien, se lo das sobre el mismo yelmo. Si empezaras, por ejemplo, por las esquinas, lo más probable es que quedaran huecos entre las piezas a media distancia.

Si todo ha salido bien, no podrás colocar el segundo triangulito, porque se solapará con el primero. El procedimiento es sencillo: marcas lo que sobra (en los dos) y lo eliminas por el mismo procedimiento de antes: o bien la radial (peligrosísimo y perverso cacharro) con el disco apropiado, o bien la amoladora.

Y así hasta que terminas de montar todo el invento. Bien apretadito, recuerda.

Si el yelmo está pensado para llevarlo con cofia y almófar, es posible que parezca algo grande a primera vista. Pero vamos, no es para asustarse.

Ahora. lo que hay que hacer es repasar bien todas las junturas. Si queda alguna holgura, hay que repasarla suavemente con un martillo, o casi mejor con una maza de nylon, para eliminarla.

Esto implicará quitar algunos tornillos, e incluso desmontar alguna pieza. No te preocupes, porque de hecho ahora vas a tener que desmontar el invento entero.

Con estos últimos repasos, algunos agujeros ya no estarán del todo bien alineados. De hecho, algún tornillo se resistirá bastante. Es ahora cuando tienes que repetir la operación de taladrado y apriete, esta vez con la broca definitiva.

Y ya casi hemos terminado de dar forma a la chapa. Sólo nos falta revisar que todos aquellos puntos en los que dos piezas deben quedar perfectamente al ras, están efectivamente al ras (¡Ja! ¡Ni de coña!) en mi caso los bordes del nasal y del marco. Y, si no lo están (que no lo estarán) trabajárselos un poco con una buena lima plana lo más basta posible hasta que te quedes a gusto. Por cierto, no lo he mencionado, pero el refuerzo del nasal que podéis ver en la foto también lleva un ratito de lija para ser perfectamente simétrico.

Y después de todo este curro, otra vez a desmontarlo todo para empezar el arduo proceso de lijado.

¡Ah! Se me olvidaba


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Vísteme despacio, que tengo prisa

Hasta el momento, llevábamos un total de 22 horas, que se quedan en 18,5 si descontamos el tiempo empleado inutilmente en artesanales callejones sin salida. A eso añadimos

- Medir y taladrar perímetro y marco: 2,25 horas
- Limar nasal y refuerzo para que queden simétricos: 1 hora
- Taladrar los paneles triangulares: 4 horas.
Si, hacer agujeros es lento. Sobre todo, cuando no se te da muy bien afilar brocas
- Rebajar bordes de los triángulos y nuevo montaje: 4 horas
- Repasar bordes para evitar holguras: 1 hora
- Taladro al 4,5 y apriete final: 2 horas

con lo que los nuevos acumulados son

TTL (Tiempo Total de Labor): 36,25 horas

CMOS
(Crono Menos Operaciones Superfluas): 32,75 horas

Empieza a asustar un poco, ¿no?
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16 comentarios:

Ferro Veritas dijo...

Hombre, algo sí que va acojonando el cómputo de horas.

Yo de tí incluiría también el siguiente cómputo:

PGR (Pasta gastada realmente), que incluya materiales y una cierta cantidad por hora de trabajo.

Valdría para que mucha gente al ver lo que realmente cuesta deje de escandalizarse porque un casco cueste como mínimo 80 aurelios y comience a darle el valor que realmente tienen estas cosas.

PD: Observo que has mantenido a los punkis y anarcos a raya con las muletas :-)

Axil dijo...

¡Un placer leerte por aquí!

El tema de la pasta es escabroso, sobre todo por el tiempo de trabajo.

Aunque no lo he contabilizado, el coste en materiales es irrisorio, comparado con la mano de obra. Una chapa de hierro del tamaño de una puerta cuesta unos 30 euros, y puede dar para ¿media docena de yelmos como este?

Entre remaches y cuero pueden ser menos de 10 euros para un yelmo

Las herramientas son una inversión que no podría cuantificar, ahí te puedes dejar un auténtico dineral si quieres, pero no es exactamente material.

Entre brocas rotas, y, sobre todo, discos y pliegos de lija desgastados te puedes dejar un dinerito. Podría estimarlo en unos 10 ó 20 euros para un yelmo; pero también es verdad que me he comprado unos discos de scotch brite realmente caros para el pulido.

Vamos, que en materiales podemos hablar de menos de 30 euros para un yelmo.

La mano de obra, por otra parte, es discutible. Yo tardo lo que tardo porque soy novato y porque lo hago todo de forma absolutamente artesanal. Con un troquel, una prensa, y un poco de equipo más pesado podría reducirse considerablemente el tiempo, pero claro, ese equipo hay que amortizarlo. (Y, desde luego, no sería tan divertido)

¿Y a cuánto cobrar la hora? ¿A los 50 euros a los que se factura una hora de trabajo en mi gremio? ¿O a los 12 euros que cobraba yo cuando daba clases particulares mientras estudiaba allá por los primeros 90? Venga, seamos modestos, soy un aprendiz en esto, dejémoslo en 20 euros la hora.

Pueeees... me sale que, una vez terminado, el yelmo debería costar unos 700 euros, tirando por lo bajo. Yo, la verdad, no me dejaría esa pasta en un yelmo, pero uno fabricado de una forma un poco más industrial por entre 100 y 300 euros no me parecería exagerado.

Anónimo dijo...

Hola Axil, ase un tiempo que descubrí tu blog y desde entonces te leo siempre.
Fue entonces cuando me embarque en la tarea de construir una cota de malla que fue siempre el sueño desde que vi mi primera película medieval (El Cid) y que después de ver tu blog y como explicabas el asunto puse manos a la obra.
La tarea no ha sido nada fácil entre marchas adelante y atrás. Nada tendría ese gustito que tienen las cosas cuando se complican un poco no? en cambio con la cofia todo salio de maravilla siempre ajustando un poco aquí y otro poco allá asta que quedo muy buena para ser la primera.
Un abrazo desde Uruguay Para ti y tu familia. Marcelo “El Cid”

Anónimo dijo...

Sin ánimo de ser impertinente con tus parroquianos, un abrazo para tu familia de mis partes igualmente, que no para ti, que eres feo en demasía.

Axil dijo...

Pues a mi el comentario del anónimo amigo de Uruguay me ha dejado absolutamente encantado. Estoy feliz de que alguien se anime a meterse en este fascinante mundillo leyendo mi humilde blog.

Eso si, para trabajar con malla, sigo diciendo que la madre del cordero es la web de Julio del Junco (que está entre los enlaces permanentes a la derecha en la página principal del blog) y no mi narración de mis experiencias personales con el alambre.

Y por cierto, amigo Arant, ni se te ocurra intentar abrazarme, que ya bastante aceite se pierde entre los valientes guerreros de El Local desde que Yamiel trajo la afrancesada costumbre de saludarse con dos besos entre varones de, por lo demás, manifiesta heterosexualidad.

Anónimo dijo...

Vengo aquí a expresar mi más enérgica queja por no poder poner comentarios en el post de las herramientas. Sí, sí, esa en la que sale usted con esa cara de pan sonriente!!!

Axil dijo...

Problema solucionado, Duka. No sé por qué se había deshabilitado la posibilidad de incluir comentarios en esa entrada

Anónimo dijo...

Yo sí sé por qué!!! :-p

Anónimo dijo...

Hola Axil, hace algún descubrí tu blog y he de decir que me parece fascinante, hace algún tiempo formábamos parte de un grupo de teatro de acción el cual se disolvió y ahora proyectamos formar un grupo de recreación histórica, me pirran las cosas hechas a mano de modo que mucho equipo del que ahora tenemos es también hecho por nosotros tras muchos pardieces y voto al diablo, que te voy a contar sobre el angosto camino de "esto me lo hago yo con una mano atada a la espalda" y que luego te tengan que ayudar tu mujer, tu madre, tus amigos y conocidos,y hasta algún pariente lejano.

El caso es que me disponía a hacerme un casco vikingo, y tengo varios cachos de chapa, de esos que el diógenes que llevamos dentro nos hace recoger, y tengo uno que creo que serviría de 1,5mm pero galvanizada y como ya he hecho algún intento de pulir este tipo de chapa con pésimos resultados me preguntaba si ello era posible, pues temo tener montado el yelmo y tenerme que comer el galvanizado a lo largo de mis razzias, se que no hay que ponerlo al rojo, no quiero ser responsable de ninguna muerte, no al menos sin espada en mano jeje.

Un saludo

Axil dijo...

Casi es mejor que los comentarios vayan en la entrada más reciente, aunque no tenga nada que ver con el tema, así puede responderlos más gente.

En fin, a lo que íbamos: nunca he trabajado con ese tipo de chapa, pero creo que es muy probable que el zincado salga al lijarlo con grano gordo (haz una prueba con un pedacito, antes de darte la currada de cortar y formar todas las piezas para luego descubrir que no sale). Eso sí: sitio bien ventilado, y mascarilla ¿OK?

De todas formas, si vais a meteros en estos saraos, te recomiendo que te hagas con una plancha de hierro sin galvanizar. No es caro, y cualquier cosa que ahorre tiempo de lijado merece la pena.

Principiante dijo...

Hola Axil, estoy recopilando información para hacer un spangenhelm para Teruel, quedaría muy cutre si los remaches los usara de cobre? Estaba pensando en usar los mismos que usé para la segmentata (o igual un poco más gordos)

Axil dijo...

Sería raro, nunca he visto ninguno, ni oído hablar de piezas históricas de hierro remachadas en cobre.

Tranquilo, el hierro es más blando de lo que parece!

Principiante dijo...

No lo decía por la dureza sino porque decías que es dificil encontrar remaches de hierro con la cabeza semiesférica y como remaches de cobre con la cabeza redonda ya se donde hay...

Axil dijo...

Pregunta en una ferretería industrial; si no tienen, por lo general pueden encargarlos.

Principiante dijo...

Ya tengo los remaches de hierraco, ¿Los tuyos también estaban oxidados cuando los compraste?, porque los mios están negros, bueno , entre negro y marrón óxido.
Por si te interesa para el post de donde encontrar material Ferretería Irigaray.

Axil dijo...

Sí, negracos perdidos. Si quieres quitarlo, scotch brite con aceite lubricante, y listo. Yo suelo pegarlo al accesorio de fijar discos de lijar de velcro, pero cuidado: el remache tiende a salir volando.

¡Marchando a la entrada de material, thanks!