lunes, septiembre 28, 2009

Adjudicado al caballero de la tercera fila y algunas historias del futuro


Los armeros estaban recogiendo su puesto, tras haber vendido entre aquellos cruzados su último yelmo. Se fueron refunfuñando algo sobre que más les valdría dedicarse al cultivo de hortalizas, ya que el mercado estaba bastante flojo, y apenas habían sacado una pocas monedas de su venta. Y es que parece que eso del regateo no era lo suyo.

¡Poco más de 51 monedas! ¡Y voy a la ruina!

De repente, un cierto tumulto agitó a la multitud que aún quedaba en el mercado. Un enorme caballo de guerra, cargando con una especie de rabino de melena y túnica blancas, y un paje con una cota enorme que le sobraba por todas partes, pasaron al galope al lado de los armeros. El casco del más joven, que también parecía que le venía bastante grande, se cayó de su cabeza y rodó hasta los pies del armero.

- ¡Eh! ¿Te estás quedando conmigo? - gritó el armero a los jinetes que se perdían tras doblar una esquina, mientras blandía el casco que acababa de recoger. - ¡Los míos son mucho mejores que esta chatarra!

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Vale, la puja ha sido algo decepcionante. A la próxima pieza que ponga en eBay me parece que le va a poner como precio de salida el coste de los materiales Rita... Eso sí, de los cuatro que han pujado, dos lo hicieron... ¡en los últimos 5 segundos del plazo!

No me suena el seudónimo del comprador, ya contaremos por aquí más cosas si él está de acuerdo.

...pero a lo que iba. Vosotros queréis una entrada. Y hay una entrada. Pero no es ésta, ni está aquí. La próxima entrada está... ¡Aquí!

viernes, septiembre 18, 2009

El agua nos retrasó, pero no nos detuvo: ¡Sale a subasta el yelmo de Peracense!

- ¡Kevin! ¡Kevin-Enriiique!

- ¿Qué pasa, Jessy?

- Que dice la mama que te bajes a donde pone la fregoneta la gitana Rosa, a ve qué tiene hoy. Y que si tiene malacatones, que te fíe un kilo, que mañana se lo paga la mama.

- Taaaa güeeeno, ahora bajo...


¡Yelmos! ¡Yelmos, estupendos yelmos! ¡Aaay, que me los quitan de las manos, de lo buenos y bonitos y baratos que son! ¡Vamos, guapísima, mira qué yelmos que tengo!

(Comentario Harald: y pa er que no quiea cagcog , tambiem tenemo zaco papa vae?)

¡Jaaaa, payo, no me mireh así, que parece que piensas que he robao loh yelmos en el Carrefúl! ¡Que no, mi arma, que los han fabricao unos primos míos, y que ademáh que los hicieron en un castillo muy bonito, que les vió to er mundo haciéndoloh, que esto no eh robao, que te lo juro por éstas!



¡Que ademáh que son unos primos muy honraoh, que lo estaban trabajando pa una rifa de allí, pero que les llovió y que no pudieron terminarlo, y por eso se los vendo yo ahora, mi arma!


¡Venga, con lo que se lo curraron mis primos, no les vas a hacer este feo, so guapetón, que tendríah que ver cómo les quedó cuando les llovió! ¡Venga, niño, cómprame el yelmo güeno, el yelmo bonito!


¡Vamos, vamos, que ya casi no me quedan! ¡Mira éste yelmo, guapísima, hay qué mujé más guapa, que es que tie una grasia que no se pue aguantáh! ¡Si es que estos acabadoh le quitan el sentido a cualquiera! ¡Que esto no se va a estropeá, que esto te va a durar toa la vida, paya! ¡Que está muy requetebién pintao con pintura de esa de que no se orside er hierro!


¡Y mira, mira qué forro de cuero del güeno, güeno; que esto no lo vas a ver en cualquier sitio! ¡Mira qué becerro, que no te engaño, simpátiquísima, que esto es becerro engrasao del mejol!


¡Aaaaaay, y mire usté, señol, lo bien que queda cuando lo remetes pa dentro! ¡Que hasta le puedeh ponel un acolchao si quieres, corazón, que esto está bien pensao, que este yelmo no es de imitación, que no es como los de los chinos, resalao, que es produto nasioná de lo mejol!


¿Qué diceh, cariño? ¿Que de cuándo eh la hebilla? ¡Aaaaay, mira al payo risión, que me pregunta que de cuándo eh la hebilla! ¡Que esta maravilla no tie hebilla, pa que nadie te pueda decil que no es de la época, guapetón! ¡Que esto cierra con lengua de bicha, pa que no tengas problemas, pisha!

¿Pero cómo que no está bien terminao? ¡Vamoh, payo, que es que esto es asín! ¿Es que no sabes de eso de la munitiongrei? ¡Que es que es "de guerra", que no es pa marquesitos, mi arma, que esto es para soldados requeteguapos como tú, pa usalse bien, y no pa pasearse como un señoritingo! ¡Y mira, que está como sale del mismo martillo, que aquí no hay trampa, cariño, que esto está claro que es artesano, que esto es de verdá, salao!


¡Vaaamoh, que me lo están quitando de las manos! ¡Baratu, baratu, mira qué ofelta, qué cosa! ¡Que son muy pocos leuros, que es casi regalao! ¡Que te lo dejo en lo que les costaron los materialeh a mis primos y la voluntá, que eso no es ná!

¿Quien lo quiere? ¿A vel, quién lo quiere? ¡Vamos, salaos, que esto va al mejol postol! ¡Venga, payo, qué me das, que mira que es bonito el yelmo, que vas a estar de guapo pa quital sentío con él!



(Comentario Harald: casi me parecía ya que estuviese en el mercadillo de los martes en Tarifa)

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Pues como dice la Rosa, se pone a pública subasta el yelmo de Peracense. Fabricación artesanal a la vista de todos, hasta que el diluvio nos impidió ver los martillos y nos obligó a dejarlo y terminarlo en casa.

¿Y cómo es el yelmo de Peracense?

- Spangenhelm más bien semiesférico, sin apenas forma cónica, con nasal pequeño en "cabeza de caballo". Con la boca chica, casi me atrevería a decir que es válido en Europa occidental desde el SXI hasta el SXIII.

- Íntegramente fabricado con chapas de hierro de 1,5mm de espesor, unidas por remaches macizos, también de hierro, de 4mm de diámetro y cabeza redonda. Más que suficiente para soportar cualquier cosa que no sea un hachazo a mala uva, y lo bastante ligero para no romperte las cervicales. Bueno... son cosa de 2,75kg, tampoco te creas que es como una gorra de lona.

- Acabado al martillo, sin pulir (lo que en perfidoalbionés llamarían "munition grade", que me atrevería a traducir como "de guerra") ¡Que nadie se engañe! No es el yelmo que llevaría un duque en la corte, es un yelmo propio de la soldadesca.

- Interior de cuero de becerro engrasado. Sí, un derroche, pero cuando preparé los materiales para Peracense, las curtidurías estaban cerradas por vacaciones, y es lo que tenía en casa. Al ser un relleno completo, y no sólo unas bandas independientes, es posible acolchar el hueco entre el cuero y el metal. (Aunque sólo te hará falta algo así si quieres hacer mucho, pero que mucho, el bruto)

- Perímetro interior hasta 65cm (ya descontado el forro de cuero) El forro es ajustable en altura, y se puede reducir el perímetro con relleno. A mi me vale con una cofia acolchada, y eso que gasto un buen cabezón.

- Tira para ajustar a la barbilla del mismo becerro engrasado, y cierre en lengua de serpiente.

- Precio... bueno, ya he dicho que es una subasta ¿no? Originalmente, pensábamos rifarlo en Peracense, pero el cielo se derrumbó sobre nosotros... Sale a subasta por un precio inicial de 40 leurillos de nada, que es poco más o menos lo que costaron los materiales que llevamos a Peracense para fabricar dos yelmos. Pero confiamos en que la puja será reñida, y en que vuesas mercedes serán generosos en las ofertas; que todos sabemos que un trabajo artesano como éste cuesta por lo menos diez veces más. (Que, por cierto, puestos a sacar el alma mercenaria, si alguien quiere hacer algún encarguito adicional, Harald y yo estamos a vuestra disposición)

- ¿Y qué pasó con el otro yelmo de Peracense? Bueno, aún no está terminado, y tendrá un destino no comercial completamente distinto.

La subasta, como era de suponer, se hará en eBay: aquí tenéis el enlace.

¡Vamos, payos, a pujal por el yelmo, que tenemoh que da de comé a loh shurumbeleh!

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(Comentario Harald: Cagún dié, qué pronto has hecho la entrada, una cosa, ¿donde aprendió la gitana a escribir? No veas si he tardado en leer la entrada jajajaja)


¡Eh! Y no os olvidéis de visitar ya mismo esta entrada de Harald!






lunes, septiembre 07, 2009

Mercado medieval de Ávila 2009: Volviendo a los orígenes.

No pensaba yo ir al mercado medieval de Ávila este año, pero una cosa llevó a la otra, y al final me dejé liar.

El mercado en cuestión viene siendo animado todos los años por los Battle Honours, un grupo con amplia experiencia en recreación militar de diversas épocas, y uno de cuyos miembros, por cierto, es bien conocido por alguno de los habituales de este blog.

El infiel de Josepe, pasando a cuchillo a un caballero cristiano, y disfrutando el momento.

Los Battle Honours habián invitado a participar con ellos a los Caballeros del Duero, un grupo de reciente creación donde milita nuestro ya viejo conocido David. Y, a lo tonto, a lo tonto, me acabé apuntando yo también.

Sólo hemos estado el domingo, ir y volver en el día. Y no os creáis que hemos hecho grandes alardes a la hora de madrugar. Así que fue llegar, y tener que equiparse para el desfile y la batalla.

¡Hace caloooor aquí dentro!

¿He dicho desfile? ¡Bah! ¡Menuda filfa! ¡A cualquier cosa le llaman desfile en estas tierras! Todo el mundo sabe que los recreacionistas de verdad sólo desfilan cuesta arriba ¡y aquí no había ni una mala rampa!

Así que, reunidas las huestes, los dos ejércitos que iban a enfrentarse en cruenta batalla se pusieron en marcha. Bueno, vale... tal vez no fuéramos precisamente legión, pero el espíritu es lo importante.

Nuestras nutridas filas, dispuestas para la batalla. Aquí podéis ver a los dos bandos. Prácticamente al completo.

Tuvieron lugar un par de escaramuzas dentro de los muros. Afortunadamente, ambos bandos fueron cuidadosos y nadie se entusiasmó demasiado, porque tener un encontronazo en una calle llena de espectadores, sin montar ningún tipo de zona de seguridad... en mi inexperiencia, me parece que es, como poco, peligroso.

Eso sí, todo el mundo tenía claro que aquello era una exhibición escénica sin pretensiones, y donde los golpes eran extremadamente controlados. Con el mal rollo que me da a mi enfrentarme a un desconocido (sobre todo si él va blindado del SXIV y yo llevo las piernas protegidas sólo por lino) debo decir que fue un placer y una lección de buenos modales combativos tener a los Battle Honours delante.

Para los lectores del blog que nunca hayan participado en una algarada: ¿veis a los enemigos, cuáles son sus maniobras, por dónde llegará el siguiente golpe...? Vale, pues cuando eres el que sujeta el escudo, ves todavía menos. Pero la foto mola ¿verdad?

¡Con lo bien que me lo monté yo en la batalla, y me lo tuvieron que chafar!

Empiezas el combate, un par de golpes en los escudos, uno-dos, uno-dos... y, a la que uno empieza a romper a sudar, abre la guardia, se hace matar, y se deja uno caer entre agónicos estertores. Tus compañeros te arrastran fuera de la zona de combate, y tú te dispones a disfrutar relajadamente de lo que quede de batalla...

...y van, y dicen que la batalla va a continuar en otro lugar. ¡Otra vez a empezar! ¡Y esta vez fue aún más cansado!


Vale, con el tío del broquel ya me pegué antes. ¡Pero hay otro con un mangual, con el yuyu que les he pillado últimamente!

La batalla acabó en masacre y rendición de los escasos supervivientes de mi bando; y todos juntos nos fuimos a comer (deliciosas viandas aquellas, debo señalar), charlar, e intercambiar información.

¿Y cómo dices que se carga este trasto?

Fue allí donde tuve el inmenso placer de conocer (a la tercera va la vencida) al lárgamente esperado Camarada Bakunin.

- Vale, ahora sí, llamad a los chicos de la camisa de fuerza, que se le ha ido la pinza definitivamente. Así que conociendo a un teórico del anarquismo del SXIX ¿verdad?

Que nooooo, que no es eso. El camarada es el autor de uno de los primeros (y mejores) blogs que yo empecé a seguir hace ya años. Ya habíamos intentado quedar en un par de ocasiones, pero siempre nos lo impidieron pequeños detalles. Como haber quedado el mismo día en que él se casaba, por ejemplo. El tío alegó no sé qué de un compromiso familiar del que no podía escaparse.

Y poco más os puedo decir. Recogimos las cosas y para casa. Eso sí, no sin antes empaquetar nuestras compras del mercadillo "medieval"

El tipo que vende marionetas de gomaespuma se está forrando a costa de G. Siempre le acaba comprando algo.

- Ha quedado una entrada un poco sosa ¿no? ¿Ni un maldito vídeo de la batalla, o del desfile?

Ya, bueno... digamos que la documentadora oficial del evento no terminó de entenderse con los controles de la cámara nueva, así que sólo tengo un hermoso plano-secuencia de los adoquines abulenses.

Pero, a cambio, os pondré un bonito vídeo musical, hombre.



¿Y por qué he puesto este vídeo, además de porque me encanta? Vale, está traído por los pelos, pero no es del todo gratuito. La cantante del grupo es una de las modelos que podéis encontrar en esta curiosísima página que me pasó el amigo Recreoanacronista, que en el fondo es un jashondo.

Y es que lo clásico siempre vuelve a estar de moda, aunque sea siglos más tarde y con una orientación claramente distinta a la original...