martes, febrero 05, 2008

Las brafoneras (4): Ibis. Redibis. Non Peribis In Bello

En el campamento, púlcramente plantado a las afueras de Roma, los nuevos legionarios celebraban el final de sus días de entrenamiento, y se preparaban para partir hacia la Galia.

[Parece que por fin vamos a acabar con las brafoneras]

Uno de ellos, particularmente desgarbado, y con todo su equipo a cuestas, se paró delante de una tienda en particular, comprobó que el número marcado junto a la puerta era el correcto, y pasó a su interior.

Dentro, sólo había otro legionario, agachado atándose las sandalias. Al notar el movimiento, levantó la vista.

- ¡Pardillus! ¿Eres tú?

- ¿Pringadus? Pero... ¡si yo te hacía ya en Hispania!

- ¡Qué va, qué va! Lo mío con el entrenamiento se retrasó más de lo previsto. Oye ¿qué haces aquí?

- Me han asignado al centurión Chusquerus. ¿También estás con él?

- Sí, claro. Mira, si llevamos un equipo idéntico, hasta la última correa. ¡Todo según el manual! - terminaron los dos al unísono, entre risas.

[Por fin tengo dos bafroneras idénticas, siguiendo el patrón provisional. Podéis ver las cuerdecitas, atadas a intervalos regulares, para poder tomar medidas sin contar cientos de anillas cada vez, y asegurarme de que quedaban iguales. Se corresponden con las X del patrón original]

- Oye, en serio ¿sabes cuándo salimos? - preguntó Pringadus.

- Pues creo que en un par de días - respondió Pardillus - ¿qué, nervioso?

[Terminar los ajustes de las brafoneras es inminente]

- Pues la verdad es que sí. He oído que esos bárbaros son muy peligrosos.

- Pero hombre, tranquilo. ¡Somos la legión romana! - dijo Pardillus, golpeándose el pecho con el puño, y tratando de poner un gesto fiero en su semblante cubierto de acné. - ¿No has ido a ver a la Sibila?

- Sí he ido, sí - respondió Pringadus.

- ¿Y qué te ha dicho?

- Pues lo cierto es que la Sibila fue de lo más explícita: "Ibis. Redibis. Non Peribis In Bello"

- ¡Anda, pero si es lo mismo que me dijo a mí! ¡Eso es estupendo, chico! No puede ser más claro: "Irás. Volverás. No Morirás En La Guerra". ¡Así da gusto! Algo concreto, nada de esas ambigüedades que sueltan a veces las sibilas.

[Confío en que, a la hora de cerrarlas, el patrón sea todo un éxito. Que ajuste bien, que no se descuelgue de forma molesta al caminar, y que el cierre trasero con tiras de cuero quede vertical y bien ajustado]

- Pues yo es que no las tengo todas conmigo, Pardillus - dijo Pringadus. A mi es que la adivina me pareció un poco sibilina.

- ¡Pues claro! Es una Sibila, claro que es sibilina. ¿Qué querías que fuera? ¿Ornitóloga?

- Ya, ya, pero... no sé, no lo termino de ver claro.

[Uhm... aunque la verdad es que no termino de estar seguro de que este diseño vaya a funcionar, todo sea dicho]

Los días transcurrían lentamente en el campamento, hasta que por fin llegó la orden de partir. Los nervios de los novatos fueron rápidamente sustituidos por el agotamiento, según la dura marcha les hacía atravesar los Alpes; subiendo y bajando montañas sin cesar.

[No veáis lo cansado que puede ser ir poniéndose y quitándose las brafoneras para probar los remates]

Hasta que por fin llegó el gran día. La larga columna de legionarios marchaba, aterida por el frío de aquel paso de montaña. Pringadus y Pardillus caminaban hombro con hombro, cuando el centurión Chusquerus dió la orden de alto. Allá, en la parte delantera de la columna, se oían gritos. Cuando Chusquerus ordenó silencio, todos pudieron escucharlo claramente:

- ¡Emboscada! ¡Emboscada!

Chusquerus reaccionó inmediatamente, y ordenó con voz firme:

- ¡Rápido! ¡Formación en cuerno!

los legionarios adoptaron rápidamente la formación en cuerno que habían ensayado previamente varias veces.

- Oye, Pardillus - preguntó Pringadus a su amigo -. ¿Para qué se supone que era la formación en cuerno?

- Creo que para proteger el interior del grupo mientras se cubre la retaguardia

[La idea de este saliente es cubrir el interior del muslo, dando la vuelta a la pierna para unirse por detrás al otro lado de la brafonera]

- Pues no sé cómo lo verás, Pardillus. Pero a mi me parece que a los de detrás les están dando para el pelo.

- ¿Por qué dices eso? - preguntó Pardillus, sujetando firmemente su escudo.

- ¡Porque me está salpicando la sangre, y además creo que alguien me acaba de clavar un cuchillo en la espalda! - respondió Prigadus, cayendo de bruces.

[Después de unir el saliente al otro lado de la brafonera con una fila de anillas, me probé las brafoneras. Aquello parecía cómodo, hice un par de movimientos para ver qué tal se portaban. Cuando finalmente me agaché, un par de docenas de anillas de la parte posterior salieron disparadas. Esto no funciona]

Unas horas más tarde, Pringadus recuperó la consciencia en una tienda. A su lado estaba su compañero Pardillus, aplicándole un paño húmedo en la frente.

- ¡Por fin te despiertas! ¿Cómo te sientes?

- Bastante hecho polvo. ¿Qué ha pasado?

- Te dieron una cuchillada, pero dicen que te pondrás bien. Nuestro grupo sufrió muchísimas bajas.

[El "cuerno" de las brafoneras sobra. Un diseño erróneo. Fuera con él]

- Pero no te creas. En los del extremo de la columna también lo pasaron bastante mal. Al parecer, la formación era muy endeble; a partir de ahora toda esa parte irá reforzada.

[El estrechamiento del tobillo es exagerado. Todo el rebaje que podéis ver a la izquierda hay que volverlo recto. Y, por cierto: para mis piernas (1,80, tirando a pataslargas) faltan dos hileras más de unidades básicas)]

- Bueno, compañero - dijo Pringadus -. Al menos, me alegro de seguir vivo. Va a ser que la Sibila tenía razón, y que volveré vivo de esta campaña.

- ¡Claro que sí, amigo! En un par de días, reanudaremos la marcha. ¡Y nada nos detendrá! ¡Por el Imperio, compañero!

Y los días pasaron, y la marcha se reanudó.

[Cuatro o cinco días fueron suficientes para realizar las modificaciones en ambas brafoneras]

Los Alpes quedaron atrás, y la marcha por las interminables llanuras de la Galia se hacían cada vez más y más monótonas.

- Oye, Pardillus - dijo Pringadus - hay una cosa que no termino de entender.

- ¿El qué?

- Esta nueva formación de marcha que llevamos está muy bien, pero ¿cómo se supone que protegeremos la retaguardia?

[La forma de atar las brafoneras por detrás no termina de estar clara. Si empezara a hacerlas ahora, posiblemente les pondría correas como las que venden en La costurera valiente. Sin embargo, el diseño apunta a otro lado]

- No te preocupes, hombre. El general ha contratado a varias tribus bárbaras aliadas para encargarse de eso - dijo Pardillus.

- ¿Tribus bárbaras? ¿Eso es seguro?

- Sí, claro. A ver, no llevan armaduras metálicas como las nuestras, ni van tan bien armados, pero deberías ver de lo que son capaces.

[La idea es usar tiras de cuero enganchadas a las anillas]

- Ya claro... - dijo Pringadus, con un claro tono de duda en su voz -. Y... ¿de qué dices que son capaces?

- Mira, por un lado, hay pequeños grupos de exploradores a cada lado de nuestra columna principal.

[Hay pequeños lazos de cuero unidos a las anillas a intervalos regulares, en ambos lados de cada pernera]

- ¿Y cómo se supone que eso nos va a cubrir la retaguardia?

- Verás - continuó Pardillus - otro grupo de bárbaros avanzará constatemente a lo largo de toda la columna, comprobando que los exploradores siguen ahí, y que todo se mantiene en su sitio. Ellos se encargarán de la retaguardia.

[Estos lazos van unidos por detrás, atravesados por una tira de cuero longitudinal a la pierna. Esta tira sujeta la brafonera unida por detrás, dando además cierta flexibilidad a la hora de que la brafonera de expanda y contraiga según los movimientos de la pierna ]

- Espera, espera - interrumpió Pringadus -. No termino de ver claro lo de esa columna de bárbaros en nuestra retaguardia. ¿Qué es lo que dices que están haciendo exactamente?

- ¡Pues eso, hombre, pues eso! Conectan entre sí los grupos que controlan los flancos.

- Oye, Pardillus. ¿Y eso no es un punto débil? ¡Imagina que el enemigo corta esa columna!

[Lo cierto es que, si se rompe esa tira vertical, toda la brafonera se suelta]

Pardillus se lo pensó un instante antes de responder:

- Hombre, supongo que, en caso de batalla, la podrán reforzar.

[Claro que, si hace falta, con anudar la tira en cada lazo es suficiente para que un corte de esa tira no deje toda la brafonera abierta. Por supuesto, quitarse las brafoneras será entonces muuuuy lento, ya que habrá que desatar montones de nudos]

Pringadus seguía desconfiando de eso de los bárbaros. Tras unos pocos días de marcha, no pudo dejar de darse cuenta de que, poco detrás de ellos, un enorme grupo de bárbaros marchaba intercalado con los legionarios.

- Oye ¿y eso? - preguntó a Pardillus, que parecía estar siempre muy bien informado.

- Nada, es un grupo para ayudar a cohesionar la mitad de la columna.

[Es una buena idea atar fuerte la brafonera con una correa justo por encima de la pantorrilla. Así, parte del peso descansa en la pantorrilla, en lugar de colgar íntegramente desde arriba]

- ¿Y al general le gusta tener esos bárbaros ahí?

- Sí, hombre. Eres un tipo muy negativco, Pringadus. ¿Tu te das cuenta de los impresionantes e imparables que resultamos, en todo nuestro esplendor?

- Hombre, vale, sí...

- ¡Alto! - gritó Chusquerus

- ¿Qué pasa, centurión?

- ¡Callad! ¿No escucháis nada?

- ¡Emboscada! ¡Emboscada! - gritó una voz a lo lejos.


Unos meses más tarde, la legión volvía a Roma, con una agridulce victoria en su haber.

[Las brafoneras están bien, pero aún son mejorables]

La campaña podía considerarse un éxito, pero las bajas eran enormes. La carga que había tenido que soportar el general era perfectamente visible en su rostro. La presión a la que había estado sometido se leía en sus ojos.

[El peso en la cintura es una enormidad. Si no te aprietas el cinturón hasta rozar la asfixia, tienden a deslizarse hacia el suelo]

Incluso los soldados que, como Pardillus, habián ido siempre en el medio del grupo, daban claras muestras de la tensión sufrida.

[Hasta la cinta de encima de las pantorrillas te corta la circulación al cabo de un rato]

Pero lo peor no era eso. Lo peor eran los compañeros que no habían regresado.


Pasadas un par de semanas de su llegada, Pardillus se encaminó a ver a la Sibila. Incluso el matón de la puerta se echó a un lado cuando vio su salvaje expresión de curtido veterano; por no mencionar la endurecida mano posada en la empuñadura del gladius.

Arrancando la cortina que cerraba el paso al aposento de la Sibila, Pardillus atravesó la estancia en dos zancadas, mientras desenfundaba su espada. Agarrando a la Sibila por la túnica, prácticamente la dejó en vilo, mientras le apoyaba el gladius en el cuello.

- Muy bien - siseó - tu fuiste la Sibila con la que habló toda mi cohorte. Tu le dijiste a mi amigo Pringadus que volvería sano y salvo. Y, sin embargo, le hicieron trizas en mitad de la Galia. ¿Cómo puedes explicarlo?

La Sibila tragó saliva, y respondío, con voz temblorosa: - ¿Pringadus? ¿Uno flaco, y con pinta de idiot... de buena persona? ¿Qué te dijo que le profeticé?

- ¡Maldita bruja! ¡Le dijiste que iría, que volvería, y que no moriría en la guerra! ¡Ibis! ¡Redibis! ¡Non Peribis In Bello! - gritó Pardillus a la cara de la Sibila, poniéndose rojo de furia.

La Sibila hizo disimuladamente un gesto que mantuvo alejados a los tres guardias armados que cruzaban la entrada. Esbozando una tensa sonrisa, dijo a Pardillus:

- ¡Espera, espera! ¡Creo que ya sé dónde está el origen del malentendido! Suéltame para que te explique lo que ha pasado.

- ¿Malentendido? - respondió Pardillus, empezando a sentirse inseguro - ¿qué malentendido?

La Sibila, deshaciéndose de la mano del legionario, alisó su túnica; y clavó su profunda y sabia mirada en los ojos de Pardillus. Y, con el tono de voz que tanto había practicado, repitió, por centésima vez, las palabras que tantas veces tenía que repetir a la vuelta de los ejércitos:

- Tu amigo me entendió mal. Lo que yo le dije fue ¡Ibis! ¡Redibis Non! ¡Peribis In Bello!

- ¿Como? - Exclamó, incrédulo, Pardillus

- Lo que has oído. Irás. No volverás. Morirás en la guerra.

- Pero... pero... ¡si sólo cambia dónde pronuncias la pausa!

- Está claro que tu amigo me entendió mal. Y, ahora, vete en paz. ¿O quieres que profetice tu futuro?

Y Pardillus, confundido y desencantado, se perdió en las calles de Roma, murmurando para sí:

- Creo que voy a volver a la casa de mis padres en Pompeya, para tener una vida tranquila. Este trabajo me está quemando...

29 comentarios:

coalheart dijo...

Interesante lo de las brafoneras!

Entre cota, almofar, casco, brafoneras y armas... se podria montar un metodo de gimnasia!

"lo que no te mata te hace mas fuerte" se podria llamar!

Muy chulas de verdad :-)

Principiante dijo...

Pues si, quedan bastante bién, sin embargo parecen demasiado complicadas y creo que de momento no las voy a incluir en mi cola de trabajo.
Esta historia de los legionarios me recuerda a mi armadura, que por cierto creo que me va a estar pequeña ¡¡Arrgggggg!! Cuando hice las piezas de la cintura en cartón me parecía que me quedaban muy anchas y les quité un par de centímetros a cada lado, y ahora parezco un chorizo embutido. Creo que para la otra mitad de la cintura voy a pillar otras placas algo más largas para compensar.
Saludos.

Anónimo dijo...

Realmente me vuelvo a quitar el almófar, que pese a todos los problemas tienes esa chispa que hace que me tenga que morder para no reir a medida que voy leyendo.

Ahora bien, al problema que mentas y que solucionaste agregando bárbaros (XD) yo en mis planes lo pensaba solucionar haciendola completamente cerrada, se que no va con el período que quieres usar como referencia, pero eso me obliga a colocar una tira de cuero alrededor del muslo, justo debajo de la línea de la ingle. Yo la coloco porque al ser, como dije, cerrada el tejido de la malla debe ser denso en cantidad de unidades para que se "estire" cual elástico y pase la pierna con comodidad. Ahora bien, ¿En que te puede servir? Parte del peso también descanzará ahí, aliviando lo que cuelga del cinturón y de la pantorrilla (de hecho, tal vez así no tengas que estrangular tus extremidades tanto, yo tengo muy muy abandonadas mis brafoneras -no voy a mentir, por meterme a otros proyectos, no terminé aún la primera pierna- pero creo que así debería funcionar bastante bien).

Harald dijo...

muy chulas las brafoneras,yo de momento no voy a meterme en eso,tengo antes que probar a curtir,que ya mismo empiezo,a partir de 2 semanas estaré obteniendo tanino XD.que historia de romanos mas chula,pero porqué te has cargado al legionario? XD el pobre,sobre las brafoneras...si algún día me hago unas las haré cerradas,entre otras cosas porque no hay que dar tantos amarres para ponertelas ni quitar tantos nudos para deshacerte de ellas XDD

Anónimo dijo...

Enhorabuena por las brafoneras.

Por cierto, el legionario Pardillus lo tiene jodidillus para irse a casa de sus papis porque la legión eran creo que veinte años de mili obligatoria una vez alistado XDXD

Ahora ¿seguirás con los guanteletes o empezarás algo nuevo?

Axil dijo...

¡Gracias a todos!

Coalheart: creo que en la siguiente entrada hablaré de ese "método de gimnasia", que el equipo completo tiene su aquel.

Principiante: ¡Ah, el viejo "creo que esto me ha quedado demasiado grande, voy a cortar un poco"! Considera cuidadosamente la viabilidad de sustituir las piezas demasiado pequeñas, no acabes luego obsesionado con la asimetría de la armadura (que te digo yo que pasa)

Dark: si piensas hacer brafoneras cerradas, asegúrate de tener en cuenta las medidas del muslo en máxima compresión (en cuclillas), que no veas lo que puede llegar a variar

Lo de la correa en lo alto del muslo lo probaré, pero no sé si tengo la combinación suficiente de muslo musculoso y falto de grasa como para que ahí se sujete algo.

Harald: el legionario tenía que morir para poder terminar de contar la historia del dicho de las sibilas y de cómo lo alteraban cuando la familia del cliente reclamaba (que no me lo he inventado yo, es una historieta tradicional)

Hoju: mira que lo pensaba mientras lo escribía: no es una buena idea contar una historia ambientada en una época sobre la que no estoy documentado en absoluto, y mucha gente sí que lo está. He cambiado la redacción hasta hacerla ambigua en los detalles que no tenía claros; pero ese se me ha escapado por completo.

Ahora seguiré con los guanteletes, pero creo que tengo por delante un par de entradas dedicadas a Teruel y algunos cacharros que me ha cosido mi querida madre.

Axil dijo...

Por cierto, y aunque no venga al caso. El maestro Leonardo Daneluz acaba de colgar un tutorial sobre la fabricación de espadas con pocos medios. Imprescindible:

http://www.espadasartesanales.com.ar/tutorial/Tutorialespada.htm

Anónimo dijo...

Vale, por suerte ese detalles que pasé por alto está solucionado de serie porque en algún se me fué la mano con la cantidad de unidades básicas por hilera calculando que de por si tenía que abrirse como para que pase un pie tieso a causa de una bota.

Y la página en si mola, es clara y hecha por un local. En principio si, es "barato" hacer una espada como lo explica... si consideramos que ya tenemos la fragua, el yunque y el resto de las herramientas, y ahí es donde se pone chungo (y les digo que, no se cuanto le habrá 'dolido' el yunque ese o si lo habrá heredado, pero salen fortunas las mierdas esas T_T).

Ismael dijo...

Gracias por el enlace, son basicamente las mismas ideas que tenía, aunque mas claras. Alomejor pronto me veran haciendo una(pero la falta de yunque me sigue detieniendo), bueno a ver que pasa.

Anónimo dijo...

¿A que no sabes? ¡Conseguí un toconsito!

No es muy grande, unos 35cm de espesor y el diámetro es más o menos mi torso (y to mido 1.85m aproximadamente). Lo talaron en una construcción a la vuelta de la esquina donde hecharon abajo una casa y construirán un edificio.

Te juro que ma mierda esa pesa casi tanto como yo y sentía que mis vértebras lumbares saldrían disparadas hacia atrás.

Ahora verá como llevarlo a lo de mi abuelo y pensé esto, a ver que dices:

- De un lado: dos superficies de hundir, una suave y otra más importante en profundidad.

- Del otro lado: una superficie de hundir de enormes dimensiones pero leve, como para abombar un peto.

Axil dijo...

¡Eh, eso son buenas noticias, sí señor!

Hagas lo que hagas, asegúrate de dejar un trozo bien liso sobre el que poder trabajar. Y sí, tener unos cuantos huecos con diferente radio de curvatura es muy positivo.

Lo de hacer un hueco muy grande, no sé si tiene mucho sentido. Ten en cuenta que el martillo golpea en un espacio reducido.

A lo mejor Harald te puede dar más información al respecto teniendo en cuenta como le fue con su coraza.

Por supuesto, conocerás este articulito de Arador, pero por si acaso:

http://www.arador.com/articles/stump.html

¿De qué madera es? Cuanto más dura, mejor; aunque te puede llegar a costar bastante hacer los huecos.

Anónimo dijo...

Pues no tengo ni idea de que tipo de madera sea mas como estaba tirado en la call e no puedo ponerme exquisito, pero si no es muy dura puedo endurecerla con calor (es lo que hice con la punta de mis chorra-flechas a base de calor luego de hacerle los huecos.

Principiante dijo...

Hola a todos, hay una nueva entrada en mi blog.

Harald dijo...

BIEN¡¡.por fín con un tocón,ahora a avanzar,los diámetros yo tambien te aconsejo varios de deversos tamaños,yo personalmente uso uno con poca profundidad pero si bien ancho,cuando quiero undir una pieza mucho,y dicha pieza es pequeña,le doy un martillazo al tocón haciendo un buen undilón en la madera que me viene muy bien para mas de una cosa,mañana mido el diámetro del agujero que hice yo a ver como de grande es,que nunca me he parado a mirarlo XD,si yo fuese tú cortaría el tocón por la mitad,así en vez de tener dos lados con agujeros tienes cuatro XD,la madera que uso yo es de eucalipto,muy fácil de encontrar aquí,ya mismo nos pagan por tal de que los cortemos XDD,mietras que maderas duras,como el acebuche (alivo salvaje,la madera mas dura que conozco) ese está protegido,pero tambien tengo algún tocón que otro de los que cortan para hacer caminos y cosas de esas,espero que te vaya bien con el tocón

Harald dijo...

JAJAJAJAJAJAJA¡ dark¡¡ hasta ahora no había visto los dibujos que hiciste,los que llamaste andorra XDD,tío,eres el puto amo,lo has hecho todo identico XD,como no los he visto antes,muuuy chulos XD

Anónimo dijo...

Me alegra que hayan gustado, no quedaron lo idénticos que me hubiesen gustado, pero fueron de memoria mientras estaba en la costa.

Y estaría por demás agradecido por la s medidas de las superficies de hundir, que no hay apuro que como temprano me podría poner a ello recién el domingo.

David Templar dijo...

Fantastica y gráfica historia, pero me apunto a lo de esperar para hacerme unas brafoneras.

Me conformaré con acabar esta semana el almofar y empezar la que viene con la cota a ver si llego al verano con ella hecha.

Aunque no es mucho podreis ver un avance del almofar casi acabado en la última entradad de mi blog.

No estoy muy documentado en brafoneras pero siempre pense´que se llevaban completas, tendré que actualizar mis contenidos históricos, je,je,...

Si logras que no te acaben cortando la circulación cuentanoslo, pero yo también pienso que completas se consigue un mejor reparto de pesos.

¿sería una buena idea colgarlas de la cota de malla con unas tiras de cuero en vez de a un cinturón? o quizas combinar las dos opciones... no sé, pero a lo mejor se consiguen que sean mas manejables ¿no?

Anónimo dijo...

Es factible eso, pero no creo que nadie quiera colgar aun más peso en los hombros ^^U

Axil dijo...

Harald: iba a comentar que la madera debe ser realmente blanda si la puedes hundir de un martillazo, pero, después de lo dicho en el blog de Ismael, mejor me callo.

Dark: Tal como dice Harald, eres el amo si hiciste eso de memoria. Por cierto, no sé cópmo lograste captar tan bien la caída de mis brafoneras en las rodillas (yo aún no había publicado ninguna foto)

Yo utilizo básicamente un hueco de unos 7 u 8 centímetros de diámetro, y con un radio de curvatura de unos 57mm. ¿Que cómo lo sé con esa exactitud? Porque lo hice con un disco de radial de desbastar con un diámetro de 115.

Echo terriblemente en falta un hueco con mayor radio de curvatura, algo entre 90 y 100mm.

Y acabo de fabricar uno para los nudillos de los guanteletes que tiene unos 3,5cm de diámetro y aproximadamente 20mm de radio de curvatura (así a ojo)

¿De qué herramientas dispones para hacer los huecos?

David: las brafoneras cerradas seguro que son enormemente más cómodas, pero... posteriores. De todas formas, si hoy volviera a empezarlas, seguiría el diseño de las que vende "La costurera valiente".

En realidad, deberían ir colgadas de una cuera de armar; una especie de chaquetón o gambesón con puntos de enganche para las piezas de armadura, y que distribuiría el peso por todo el cuerpo.

Colgarlas de un cinturón (tal vez sea más propio denominarlo braguero) es bastante incómodo, y efectivamente iba a fabricar unos tirantes que convirtieran el cinturón en un arnés. Pero... un (estúpido)problema logístico con la longitud de las tiras de cuero que compré lo ha impedido por ahora.

Polo dijo...

Como dice Dark no es muy conveniente echarse más peso en los hombres cuando lo que se busca es lo contrario. Como apretar bien el cinturón para que la cota, de cintura para abajo, descanse en las caderas, ya que aguantan mucho más peso que los hombros y es donde tenemos el centro de gravedad.
Además todas las fotos de recracionistas que he visto donde enseñan como ajustarse una brafonera lo hacen a un cinturón o braguero. De hecho yo ato mis calzas a un cinturón en vez de al calzón, al modo de la Península Ibérica.
En esta foto sale un caballero de la segunda mitad del XIII.
[IMG]http://i230.photobucket.com/albums/ee50/PoloMolinero/beinling_kette2.jpg[/IMG]

Polo dijo...

Creo que no lo he puesto bien
http://i230.photobucket.com/albums/ee50/PoloMolinero/beinling_kette2.jpg

Polo dijo...

Creo que lo mio con la informática es imposible

Axil dijo...

Tranquilo, que al menos por el enlace se ve.

Y no te creas, que la cosa pesa, se clava, y molesta una barbaridad en plan braguero. Recomiendo el perpunte, siempre que haya posibilidad.

veldar dijo...

holaaaaaaaaaaaaaa a todos me he leido de pe a pa todo y estoy entusiasmado y deseando empezar a hacerme mis propias piezas me boy a hacer el bastidor para las anillas y hay van unas preguntas
¿el material de las anillas deve ser galvanizado si pero de k clase?
¿k dimetro considerais mejor 7 o 8mm? y si me podeis dar algun consejo os lo agradeceria bueno un saludo a todos y gracias de antemano

veldar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
veldar dijo...

ya tengo el bastidor y para el proximo sabado conseguire el resto de las herramientas paa empezar

veldar dijo...

me he leido lo de las brafoneras y veo k algun roblema con su sujecion no seria mejor una especie de pantalones de malla?

Axil dijo...

Sí, sería mejor... por eso es lo que empezó a utilizarse un siglo más tarde. El método de cierre detrás viene a ser poco más o menos del SXII, que es lo que quería hacer. Aunque es cierto que lla forma de colgarlas del cinturón no es muy correcta para eso.

veldar dijo...

ok gracias por contestarme