Trabajando la chapa (1): Vamos a hacernos alguna herramienta
Pues si, sin haber terminado mi primera cota de malla, y ya estoy empezando a preparar el ambiente para trabajar con placas metálicas. ¿Que por qué hacer ambas cosas a la vez? Es sencillo: trabajar sobre chapa va a meter un escándalo tremendo, que por motivos legales pretendo mantener en horarios diurnos. Si sigo teniendo malla por delante, puedo dar rienda suelta a mis yuyus también por la noche, viendo la tele en el sofá. Además, estoy empezando a preparar también herramientas para hacer malla remachada, pero eso es otra historia.
A diferencia de la malla, donde hasta el momento sigo contando el pasado, mis aventuras con la chapa las voy a ir contando más o menos sobre la marcha, así que van a ser algo más desorganizadas.
Lo primero que hay que saber, es que las placas metálicas no son lo mismo que el alambre (si fueran lo mismo, "dúctil" y "maleable" no serían palabras diferentes) La chapa es más... sólida, y las herramientas para trabajarla resultan más contundentes. Aquí podéis ver una amoladora radial con rueda de desbastar, y un taladro con adaptador para lijar. Puede parecer algo extremo, pero que no cunda el pánico: por ahora, es para fabricar herramientas grandes y sólidas. De todas formas, el uso de estos artilugios puede resultar extremadamente... emocionante. De ahí que vaya a dar cumplida cuenta de:
------------------------------------------------------------------------
Control de daños (0)
Estado general de salud: bueno
Dedos: 10
Cejas: 2
Otras lesiones de interés: manos callosas
------------------------------------------------------------------------
Esto último hay que aclararlo:
------------------------------------------------------------------------
Cosas que aprende un armero incipiente (6)
El uso prolongado de alicates en movimientos repetitivos genera unas callosidades habitualmente relacionadas con los adolescentes adictos a los videojuegos (en la mano del joystick) o adictos al onanismo (en la mano del joystick)
------------------------------------------------------------------------
Esas herramientas las vamos a emplear sobre una materia prima algo sorprendente: un par de tocones de encina, una madera realmente dura. Uno de ellos lo pienso convertir en soporte para una mordaza y un pequeño yunque, aunque hasta la fecha sigue intacto.
El otro se convertirá en lo que, a falta de mejor traducción de dishing bowl, llamaré superficie de ahuecar.
Para ello, además de las sofisticadas y ultramodernas herramientas eléctricas, haremos uso de algunos elementos más primitivos: varios martillos gordos, un formón, y, aunque no salgan en la foto, algunas hojas de papel de lija para madera de grano gordo, y una lámina de cristal.
Por cierto, los guantes y las gafas son imprescindibles para acercarte a menos de dos metros de una amoladora radial. Ese cacharro es diabólicamente peligroso y engañosamente manejable.
¿A que os ha llamado la atención lo de la lámina de cristal? Sirve para lo que probablemente sea lo más complicado: conseguir que el tocón sea perfectamente estable y no cojee en absoluto.
Estoy muy orgulloso, porque el método se me ocurrió a mi solito: mojas la lámina de cristal y la pones sobre lo que será la base del tocón. Al estar mojada, a simple vista se ve perfectamente los puntos de contacto del cristal con la madera. Ahora mueves el cristal simulando el "cojeo" del tocón: los puntos que siguen estando en contacto con el cristal son los que más sobresalen: se eliminan con la amoladora.
Vuélvase al paso 1 hasta que el tocón quede estable, hasta acabar con toda la madera, o hasta romper accidentalmente el cristal.
Por cierto, una radial con una rueda de desbastar atacando madera es escandalosamente sucia. Más que limar la madera, la quema; y más que controlables astillas, genera una sorprendente cantidad de una especie de ceniza/serrín, es decir: no trabajes con esto en un espacio cuya limpieza aprecies. Yo lo hice en la terraza, creo que es una buena idea (aunque muy ruidosa para el vecindario)
¿Y qué es eso de la superficie de ahuecar? Muy sencillo: a la hora de lograr formas abombadas en una chapa, está universalmente aconsejado hacerlo abombándola a martillazos sobre una superfice cóncava. Lo que queremos fabricar es esa superficie cóncava en un lado del tocón.
La técnica es sencilla: le das caña directamente al tronco con la rueda de desbastar de la amoladora, como si quisieras hundir el disco perpendicularmente a la superficie. Repites la operación en ángulo (como si dibujaras un "*" sobre el tronco)
Una vez un hueco con la forma adecuada, sigues dándole forma, pero esta vez girado la amoladora para dejar una superficie suave.
¿He dicho suave? Y una leche. Es todo menos suave. Aquí viene el trabajo fino: todo lo que sobresale, formón, martillo, y fuera con ello, hasta que queda una superficie suave.
Pero ¿he vuelto a decir suave? ¡Que no, que no es suave! ¿Veis el martillo gordo con una bola que hay en la foto de arriba? Pues, lo que sigue sobresaliendo, pero no lo bastante para darle con el formón, es carne de ese martillo. A darle con la bola con fuerza (y ese martillo le debe rondar el kilo y medio). Por cierto, si vives en un piso, y no quieres cabrear al vecino de abajo, pon el tocón encima de algo... un felpudo, un aislante viejo de acampada doblado en dos o tres... Tras un rato de martillazos, quedará suave por fin...
¿Otra vez? Casi suave. Ahora, un ratito de papel de lija, y empezamos a hablar. Ya tenemos el dishing bowl.
La verdad es que no estoy seguro de si el próximo post lo haré de malla, de chapa, de malla remachada, de cuero duro... Ya veremos. Mientras tanto, sólo me queda dar fe del satisfactorio resultado de la operación:
------------------------------------------------------------------------
Control de daños (1)
Estado general de salud: bueno
Dedos: 10
Cejas: 2
Otras lesiones de interés: manos callosas
------------------------------------------------------------------------
5 comentarios:
En solaridad con Glo.,
eso de las manos callosas puede ser un tanto incómodo a la hora de... no se si me explico, así que tío comprate una cremita.
Si tuvieras que pasarte el día machacandotela seguro que no estarías tan contento.
Me surge una duda... ¿De dónde has sacado esos troncazos? Como elemento decorativo es de lo más original.
¡Qué de cosas estoy aprendiendo gracias a ti! ¡Eres el Juan Antonio Cebrián de las armaduras!
¡Andaaaaa! ¡Es verdad, no he mencionado cómo obtener los tocones (gratis)! Vale, enmendaré mi error, ya sé de qué irá mi próximo post.
Ya advertí que el tema de las placas estaría desordenado, y efectivamente me he dejado un importante capítulo sobre la primera remesa de material... será lo siguiente de la lista, pero requiere un reportaje fotográfico con tiempo y a la luz del astro rey, que deberá esperar al fin de semana.
¡Mis disculpas, subsanaré este lapsus en breve!
Ostias axil, que sepas que tu blog lo están leyendo los caballeros de la rosa, pues mucha fuerza y honor de aquí otro caballero que se precia de serlo.
¡Eh, tío! ¿Te cuento un secreto?...
Llevo haciendo armas y armaduras desde los catorce años (ahora tengo 28), o sea 14 años...
¿Sabes para que vale un disco de freno?
¡Que sí, que sí!
El disco de freno lo puedes emplear para ahuecar chapa...
Yo me curro unos umbos (omphalos, que también vale, y hasta ombílicus) con los huecos del disco que te meas...
Eso sí, ten cuidado de no marcar la pieza de chapa (es decir, modifica un "poquejo" el disco"(, y ponle una "peseta" (sección redonda de madera, por ejemplo de encina), para no joder el suelo...
Yo creo que te conozco, de algún bar o del desguace...
Un día si te portas bien te explico lo que es un tiburón y así te ríes un poco.
pereznietojavier@yahoo.es
para contacto.
Publicar un comentario