El tiempo es oro. Digooo... cuero, el tiempo es cuero.
La entrada de hoy va de relojes. Pero, no, no me ha dado por hacer una clepsidra.
En realidad, me ha dado por rehacerle la correa a un reloj de pulsera moderno. Así, que lógicamente, la entrada no está en éste, sino en el blog de al lado. No es que sea algo que nadie vaya a seguir paso a paso, porque lo cierto es que la correa es rarita de narices; pero sí que hay alguna técnica interesante que no había usado antes.
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