Hablando muy en serio.
A pesar de lo que a veces pueda parecer, la recreación histórica es algo muy serio. No todo es cachondeíto, desfilar cuesta arriba con los hierros encima, y beber hipocrás en el campamento. También se realiza una profusa labor de investigación, de cara reproducir con la máxima fidelidad los más infimos detalles de cada contexto histórico.
Y no me refiero tan solo a la cultura material, sino también a aspectos mucho más sutiles, y, por qué no decirlo, mucho más difíciles de asumir desde nuestra mentalidad del SXXI. Cosas como la forma de pensar, las actitudes, o incluso la música o el baile, son un campo de investigación apasionante, y en el que recientemente se han realizado prodigiosos avances.
Por poner simplemente un ejemplo, aquí pueden apreciar la fiel reconstrucción que mi amigo el señor Ballek ha realizado de una tradicional danza de celebración de la llegada del estío:
En esta línea, hace ya tiempo que, en unos comentarios del blog, lancé un llamamiento para recabar tanta información como fuera posible al respecto. La respuesta, como es lógico, se hizo esperar: un estudio serio y riguroso de las costumbres del pasado siempre requiere un tiempo para completarse.
Finalmente, mis amigos Ismael, Lady Ardilla y Ramón pudieron llevar a cabo, aprovechando el pasado festival de Guanajuato, un interesantísimo ejercicio de arqueología experimental. Ruego a mis lectores que aprecien, en toda su valía el contenido de este trabajo:
Como es evidente para el ojo experto, de este ejercicio se desprenden algunas conclusiones muy valiosas de cara a conocer en profundidad los usos y costumbres de nuestros antepasados. Queda claramente establecido, por ejemplo, que un
Abundando en esta línea de investigación, en las pasadas jornadas de Anento intentamos establecer, de una forma definitiva y concluyente, la influencia de las phasianidae en las manifestaciones musicales del siglo XIV. Vean el resultado:
Creo que las conclusiones de este importantísimo trabajo son obvias: en el siglo XIV, valores como el sentido del ritmo, la vergüenza, y, sobre todo, la heterosexualidad, estaban claramente infraconsiderados frente a nuestros actuales esquemas. Y, sin duda, este tipo de aportaciones son las que dan valor a nuestra actividad.
Ya para concluir, debo decir que esta ímproba labor merece una continuidad: por favor, queridos amigos y amigas del mundo recreacionista, no dejéis que se apague la llama de vuestra pasión, no permitáis que el cuidado análisis de esa bella expresión cultural que fue la danza medieval caiga en el olvido. Y, por favor, contribuid con vuestras aportaciones a que este humilde blog pueda enriquecer al conjunto de la sociedad publicando vuestras experiencias en este campo.