Día D menos 3 (Miércoles)
Como cada mañana, me dirijo al garaje a pillar la moto para irme a trabajar. Como ya sabéis, tengo la moto en un segundo sótano, y es allí donde voy cuando tengo que liarme a sonoros martillazos, más que nada para que los vecinos no me denuncien.
- Jo, qué peste a disolvente hay en la escalera, deben haber estado haciendo algo con el elevador de las narices.
- ¡Leches! ¡Menuda gotera! Ha debido reventar una tubería, encima de ese coche está prácticamente lloviendo. ¡Menos mal que está al otro extremo que mis motos, que si no!
Día D menos 2 (Jueves)
El armero novato se dirige de nuevo a por su fiel montura
- Vaya, pues sigue apestando a disolvente. ¡Jooo, qué pedazo de charco dejó la gotera de ayer! ¡Está el coche empapado! Espera, espera... olor como a disolvente, una fuga de un líquido que no estoy seguro de que sea agua... ¡No, no puede ser! ¡Es imposible que sea gasoil de la caldera de la casa! Bueno, tampoco voy a meter el dedo para asegurarme, no vaya a haberse roto el desagüe de los retretes.
Día D menos 1 (Viernes)
El armero entra una hora antes los viernes, así que a la hora de ir al curro no se entera de nada. Pero a la vuelta...
- Joer, este pestazo es insoportable. En estas condiciones no voy a poder venir mañana a remachar el spangen. Y hace dos día de la gotera, y el líquido no se ha secado... vamos a pasar el dedo por el capó del coche... ¡agh! ¡es aceitoso! ¡Lo que reventó es el puñetero sistema de calefacción del edificio, esto es gasoil!
- ¡Andaaa! Un cartel en el portal avisando de que no funciona la calefacción. Más claro, agu... esteee, gasoil.
Día D (Sábado) 10:35
- Va, paso del gasoil, tengo ganas de darle caña al martillo, me voy a remachar de todas formas.
Y allá que sale el armero novato de casa, camino del garaje, con todo lo necesario para remachar el spangenhelm
Día D (Sábado) 10:39
Vuelve a salir de casa el armero novato, camino del garaje, esta vez si, con TODO lo necesario para remachar el spangenhelm
Día D (Sábado) 10:45
- Dios, qué peste a gasoil, no sé yo si esto ha sido una buena idea. En fin, vamos a montar el chiringuito y al lío, qué narices.
Día D (Sábado) 10:47
Chiringuito montado, ¡a poner remaches! He dejado fuera una de las cuatro secciones triangulares del spangen, para que entre luz para ver lo que estoy haciendo, y para llegar sin problemas a los remaches más cercanos al vértice del yelmo. Ya veremos cómo lo hago con la última sección (cruzaremos ese río cuando lleguemos a él)
¡Y a martillear alegre y escandalosamente: ding, ding, ding, ding, ding, ding!
- ¡Cómo apesta el gasoil, pardiez!
Día D (Sábado) 10:56
- ¡Otro remache listo! Es curioso, ya casi no noto el olor del gasoil. O esto se está despejando muy deprisa, o me estoy insensibilizando. En fin, sigamos
¡ding, ding, ding, ding, ding, ding!
Día D (Sábado) 11:05
- ¡Hola, vecino! ¿Todo bien? ¡Venga, hasta luego! (Joer, qué raro me ha mirado. ¿Es que nunca ha visto a nadie sentado en un aislante en el suelo de un garaje dando martillazos a un yelmo sobre un cacho de viga encima de un tocón de encina? ¡Ni que fuera algo tan infrecuente!) Bueno, menos mal que ya ni me entero de lo del gasoil.
¡ding, ding, ding, ding, ding, ding!
Día D (Sábado) 11:12
- He visto un movimiento por el rabillo del ojo. Ahora va a resultar que hay bichos en el garaje, menuda putada. Espero que haya sido una araña, con el asco que me dan las cucarachas. Es raro que sobreviva al gasoil, eso si.
¡ding, ding, ding, ding, ding, ding!
Día D (Sábado) 11:18
- ¡Lo estoy viendo perfectamente, y eso no es una araña! ¡Es un pequeño hombrecito de unos diez centímetros de altura, de color naranja, y, por algún motivo, lleva una gorra de Campsa! ¡El maldito se ha escondido detrás de la columna pero lo he visto perfectamente! En fin seguiré a lo mío.
¡ding, ding, ding, ding, ding, ding!
Día D (Sábado) 11:23
No sé si va a ser cosa del gasoil, pero esos pequeños duendecillos ya no se esconden. Están haciendo un corro alrededor del bote de grasa de cadena. ¡Eh, y ese pequeño cabrón se ha subido encima y me está haciendo un calvo! ¡Será capullo!
¡ding, ding, ding, clank, clank, clank!
- ¿"Clank"? ¿Cómo que "clank"? ¿Qué rayos ha pasad...? ¡Mierda! ¡He estado dando martillazos a casi un centrímetro de donde estaba el remache! ¡¡He abollado la chapa pulida a espejo!! ¡AAAAGHH!
Día D (Sábado) 11:32
- Qué vecino más raro, en lugar de caminar, se desliza a unos cinco centímetros del suelo. En fin, hay qué ser educado. ¡Buenos días, vecino, cuidado con los duendecillos naranjas!
¡ding, ding, ding, clank, ding, ding!
Día D (Sábado) 11:41
¡ding, clank, ding, clank, clank, ding!
- Bueno, creo que estoy cansado, lo cierto es que no doy una con el martillo. Va a ser cosa de volver a casa, porque además el diplodocus violeta con chistera que está pintado en la pared está contándome unos chistes malísimos. (Es curioso, juraría que ayer no estaba ahí)
Día D (Sábado) 11:53
- ¡Huy, qué curioso olor hay aquí fuera! Es como... como... ¡como una atmósfera con bajo contenido en gasoil! ¡Guau!
Día D (Sábado) 13:05
Hacía mucho que no lo hacía, pero esto se merece recuperar la sección de las
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Cosas que aprende un armero incipiente (12)
Sabed que los vapores de gasoil dejan resaca. ¡Ríase usted del garrafón! ¡Qué dolor de cabeza, madre!
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